lunes, 6 de abril de 2009

David Kahn: The Code-Breakers

Yo no sé si será porque mi inglés leído es deficiente o porque el libro está completamente lleno de erratas y en general mal escrito. Quiero pensar lo primero, pero resulta que hay palabras que por no aparecer en los diccionarios no aparecen ni en mi Shorter Oxford inglés-inglés de casi cuatro mil páginas, y las que aparecen lo hacen con grafía diferente. Y no digamos ya las construcciones gramaticales y los párrafos.

Sin dejar de ser una desventaja, el libro es, desde un punto de vista formal, un gran libro, no sólo por su tamaño (más de mil páginas de letra apretada), sino también por su contenido.

Con ello no quiero decir que sea un libro interesante, o entretenido, o educativo, no. Es una obra soporífera, pesada, de grandes párrafos y cansina, de hecho alguna que otra vez la he usado para, literalmente, “coger sueño”.

No obstante lo anterior, si quieres tener en tus manos el libro más completo que existe sobre criptografía y criptología, aquí lo tienes. Personalmente creo que no se le ha escapado nada de nada, por lo menos hasta principios de los años 60 del siglo XX, porque a partir de ahí, apenas aparece algo sobre DES y los ordenadores. No debería ser así, ya que el libro fue actualizado en 1996, pero las ausencias de cualquier tema a partir de la citada fecha son evidentes y enormes.

 

El libro sigue un orden más o menos cronológico, y cada capítulo es la continuación del anterior en cuanto a la historia, aunque a veces retrocede y avanza si así le conviene para cerrar un tema.

Desde las tablillas cuneiformes, desde los jeroglíficos (y criptogramas) egipcios, desde los griegos, hasta la NSA y el GRU ruso, pasando por la edad media y las guerras mundiales, absolutamente todo está contado, muchas veces de forma demasiado prolija a mi modo de ver.

Hay fechas y nombres para el gusto de cualquiera, es una obra de referencia absoluta aunque se pueda leer secuencialmente.

Y es un libro de historia de la criptología y criptografía, no un libro de criptografía y criptología, es decir, que su fuerte son los acontecimientos y los nombres más que los algoritmos y las formas. Aunque a veces cuenta cómo hacer (y deshacer) criptogramas, no resulta muy inspirador en cuanto a explicaciones sobre cómo funcionan la mayoría de los sistemas desarrollados. Con esto no queremos decir que no aparezcan, que lo hacen, sino que muchas veces resuelve de un plumazo aspectos prácticos en los que podría entretenerse más.

Otra carencia de libro es la ausencia de datos sobre la máquina Enigma, verdadero caballo de batalla en la Segunda Guerra Mundial, y no es por culpa del autor, sino que se debe a que cuando escribió la primera versión del mismo, todavía era un secreto celosamente guardado. Y en la revisión apenas cuenta nada, aunque a lo largo del libro sí que aparecen las máquinas codificadoras de tambores.

La criptografía y los ordenadores brillan por su ausencia, apenas cita algo sobre grandes máquinas IBM y poco más.

También hay capítulos curiosos, como el de los falsificadores y los que ven secretos en cualquier texto, así como el de la posible comunicación con entidades extraterrestres o el de la criptografía en la literatura.

En fin, un libro recomendable o no dependiendo de los gustos de cada uno.

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